El ritmo es una manifestación expresiva asociada al
movimiento corporal. Generalmente, cuando escuchamos la palabra ritmo
automáticamente la relacionamos con danza. Seguro que alguna vez hemos
escuchado la típica expresión "tienes mucho ritmo" cuando bailamos.
Sin embargo, el ritmo es solo una parte de la danza y puede aparecer en otro
tipo de actividades físico-expresivas.
En la asignatura de Actividades Físicas Expresivas hemos podido
comprobar que ritmo no solo quiere decir danza, es más, se puede trabajar sin
usar la danza como actividad principal. Por ejemplo, trabajar el ritmo a través
de una canción motriz como la de "Merequeté" o de la dramatización
como "Sapo, sapo, saposa" que fue mi actividad favorita e incluso
pudimos trabajar el ritmo a través de distintos "juegos de palmas".
El concepto de ritmo refleja la distribución de los impulsos
dinámicos en el desarrollo espacio-temporal y una de las tareas esenciales del
ritmo es que nuestros alumnos tomen conciencia de aquellos ritmos inherentes a
sus propios movimientos, para lograr su estabilización.
Por ello, un concepto fundamental en el ritmo es el tiempo, es
decir, un mismo ritmo puede ser ejecutado mediante el movimiento con tiempo
lento (en el que el alumno se encuentra más cómodo y es más natural) o rápido
(en el que el alumno percibe y estructura su cuerpo en un tiempo y espacio
determinado).
Generalmente, existen unas pautas para trabajar el ritmo en
primaria. Según Lamour (1985), estas pautas son las siguientes:
1. Percepción
del ritmo. Utilizando un amplio repertorio
de actividades. Por ejemplo, a través del uso de la música, ya que aumenta la
motivación y el interés y además permite a los niños realizar movimientos con
mayor fluidez.
2. Expresión del
ritmo.Tiene la finalidad de que los
niños sean capaces de crear sus propios ritmos.
3. Simbolización
del ritmo. Se refiere a saber leer y
escribir ritmos.
4. Teorización
del ritmo. Se basa en conocer los aspectos
teóricos de los distintos tipos de ritmos.
Para terminar hay que especificar que, la Educación Física está orientada, fundamentalmente, al desarrollo de actividades que nos permitan profundizar y perfeccionar el conocimiento del propio cuerpo y sus posibilidades motrices, lo que a su vez, significa, en el contexto actual que, el proceso formativo de nuestros alumnos se orienta en torno a dos ejes de actuación. Por un lado la mejora de la salud, entendida no sólo como ausencia de enfermedad, sino como responsabilidad individual y como construcción social. Por otro lado, la orientación a perfeccionar algunas habilidades como las deportivas y las de ritmo y expresión, para el disfrute activo del tiempo libre.
Si nos centramos en estas habilidades específicas de ritmo y
expresión llegamos a la conclusión de que de la participación de nuestros
alumnos en actividades basadas en el ritmo constituyen una vía para potenciar
sus posibilidades de expresión y comunicación, puesto que el ser humano es la
máxima expresión de la vida y podemos usar el ritmo como fin o como medio para
armonizar todos nuestros movimientos y estructurarlos en un tiempo y en un
espacio determinado.
BIBLIOGRAFÍA
Lamour, H. (1985). Pédagoie du rythme. París: Revue EPS.