Los ritmos latinos
provienen de países latino-americanos y caribeños, con algunos rasgos de la
música afro. Además, son un gran recurso a tener en cuenta en las
programaciones dirigidas al aprendizaje en Educación Primaria, pues se
caracterizan por la interculturalidad, aportando en las clases de Educación
Física la adquisición del ritmo, el movimiento y la expresión a través de la
música.
Según Schinca (2000,
p.84), “el cuerpo es el instrumento musical por excelencia”. Gracias a la
música, los alumnos podrán desarrollar diferentes contenidos en relación a
ésta, que a la vez son motrices, es decir, se trata de un contenido
interdisciplinar.
Generalmente, estos bailes
se presentan como una alternativa al baile individual, proporcionando una nueva
dimensión en nuestra sociedad actual, que debe ser fomentada desde edades
tempranas, en la escuela.
La iniciativa de realizar una propuesta sobre los bailes latinos, dirigida a
niños y niñas de 6 a 12 años, surge por recuperar los bailes en pareja, ya que
el baile en pareja frente al baile individual, nos da la opción de experimentar
distintos tipos de roles.
Por un lado, tenemos al
portador, es decir, una persona que se encarga de llevar, guiar, dominar, etc.
Además, es la encargada de tomar decisiones y ejecutar los distintos pasos, a
la vez, que guía a su compañero/a de baile. Por otro lado, la otra persona
(portado) tiene que saber dejarse llevar para un desarrollo correcto de todos
los pasos marcados por el portador.
Por tanto, se podría decir
que el rol que desarrolla el portador en los bailes de pareja es mucha
más complicado que el de ser portado, ya que implica una mayor toma de
decisiones a la vez que tiene que guiar los pasos del compañero.
Así, para trabajar esto en primaria sería conveniente seguir una progresión
determinada, primero juegos y formas jugadas con base de ritmos latinos,
después con actividades individuales, seguidas de actividades por parejas
(teniendo en cuenta la vergüenza).
Ahora vamos a profundizar
sobre tres ritmos latinos que cada día son más conocidos y podrían ser desarrollados
fácilmente en la etapa de Educación Primaria .
El merengue, es un estilo musical y de baile originado en el caribe. Su paso básico consiste en pisar y levantar los pies del suelo al ritmo de la música, generalmente acompañando estos pasos con el movimiento de las caderas. Cuando se baila en pareja, uno de ellos comienza con la pierna derecha, mientras que el otro empieza con la izquierda. Finalmente, se añaden otros pasos como giros, desplazamientos, coordinaciones, etc.
La bachata, la cual se baila en una estructura musical de 4 por 4 de un lado a otro, realizando dos pasos a cada lado (cada dos pasos, 4 tiempos). En los tiempos 1, 2 y 3 se dan dos pasos a la izquierda y en el cuarto de puntea (con el pie derecho) para comenzar los pasos hacia el otro lado. Después, hay que seguir la misma dinámica pero hacia la derecha y se puntea con el pie izquierdo.
La salsa, que es similar a la bachata, se baila en 8 tiempos, pero su paso básico va hacia delante y hacia atrás. Uno de la pareja realiza los pasos con un pie y el otro con el contrario. Generalmente, el chico inicia el tiempo 1 con el pie izquierdo.
Otros ritmos latinos muy
comunes podrían ser también el cha-cha-cha, la cumbia, la rumba, la samba, etc.
En conclusión, está claro
que el trabajo de ritmos latinos en primaria se hace muy importante,
fundamentalmente porque permite a los niños interactuar con otros a la vez que
están en constante movimiento. Se trata de situaciones psicomotrices que se
hacen divertidas y motivadoras, en las que nos movemos al ritmo de la música y se
da el desarrollo del trabajo en parejas.
BIBLIOGRAFÍA
Schinca, M. (2000). Expresión
corporal. Técnica y expresión del movimiento. Barcelona: Praxis.