Esta semana hemos podido trabajar en clase de Expresión Corporal
el recurso de “Teatro de Sombras”. Se trata de un espectáculo que consiste en
la creación de ciertos efectos ópticos a través del uso de una lámpara u otro
tipo de iluminación y una superficie lisa y clara o una pantalla. En
nuestro caso, el espacio que utilizamos fue un pabellón en el que entraba
bastante luz. Aun así pudimos realizar la actividad usando un foco de luz y una
sábana blanca.
Un gran punto a favor del uso de este recurso es que para llevar a
cabo una sesión con el mismo, no es necesaria la utilización de un gran número
de materiales, sino que estos son mínimos y están al alcance de todos, lo que
le da facilidad al docente a la hora de realizar alguna actividad en cualquier
momento.
Por otro lado, para el desarrollo del teatro de sombras se suelen
utilizar las manos, pero también el cuerpo, que se ponen frente a la luz del
foco para que la sombra del cuerpo o las manos se proyecten en la sábana o
fondo blanco. Se trata de un recurso muy atractivo y motivador, repleto de
fantasía y misterio, que podemos y debemos usar para trabajar la capacidad
expresiva en el alumnado de Educación Primaria. Por ello, como bien dice
Angoloti (1990):
Hay pocas cosas, creo yo, tan fascinantes y
misteriosas para los niños como las sombras. Una sombra es al mismo tiempo real
e irreal; es algo objetivo, pero que, sin embargo, no muestra ciertas
características que pertenecen al mundo físico… (p.80).
Así a raíz de las sombras y su mundo de fantasía y misterio, se
hace necesario que para trabajar el teatro de sombras en el aula se respete la
siguiente secuencia:
1. Familiarización. En ella dejamos a alumno que experimente y sea libre de expresar
como más fácil le resulte. Por ejemplo: un pase de modelos con música.
2. Trabajo
corporal. Le pedimos que a través de su
sombra represente algo específico.
3. Trabajo con
las manos. Ahora, además del uso del cuerpo
se añaden las manos.
4.
Representación e improvisación. Se le propone
un tema o se le deja a su elección y el alumno tiene que improvisar con todo lo
aprendido.
Personalmente, creo que el teatro de sombras es un recurso
ideal para comenzar a trabajar con grupos inhibidos, es decir, una clase que
tiene varios alumnos a los que les cuesta expresarse. En ese caso, lo más
lógico sería comenzar a trabajar proyectando sombras con siluetas para
incorporar progresivamente la figura humana, añadiendo objetos y seguidamente
haciendo actividades de improvisación. Es conveniente que los alumnos puedan
realizar las actividades por parejas o grupos, ya que les suele resultar mucho
más cómodo.
Por último, el teatro de sombras se hace un recurso que puede
asociarse a distintas áreas (multidisciplinar) y está directamente vinculado a
la expresión corporal. Podríamos considerar a la Expresión Corporal, como
un recurso educativo que profundiza en el conocimiento del cuerpo y que se
utiliza como vehículo de expresión y comunicación a través del lenguaje
corporal. Por ejemplo, una actividad que se podría llevar a cabo en Educación Primaria en la última fase del trabajo con este recurso sería la representación
improvisada de una situación de nuestra vida cotidiana.
BIBLIOGRAFÍA
Angoloti, C. (1990). Cómics, títeres y teatro de sombras: Tres formas plásticas de contar historias. Madrid: Ediciones de la torre.
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